Previos artículos han examinado la preferencia bíblica por una pluralidad de liderazgo, y las enseñanzas bíblicas sobre los ancianos. Hemos analizado, brevemente, los pasajes más significante sobre el gobierno en la iglesia por un grupo de hombres llamados ancianos (1 Pedro 5:1 y siguiente), obispos (Hechos 20:28), pastores (Efesios 4:11) o guías (Hebreos 13:17). Habiendo hecho esto, podemos considerar nuestro contexto cultural y eclesiástico, imaginando la implementación de una pluralidad de liderazgo contrastando con el liderazgo de una sola persona, común en iglesias evangélicas con un solo pastor, obispo o posición similar. Nunca debemos ser tan pragmáticos que descartamos la enseñanza bíblica. Sin embargo, es razonable darle consideración a la funcionalidad de la teología de gobierno que estamos viendo en la Biblia.
La ventaja de seguir la voluntad de Cristo
Obviamente, dada mi interpretación de información bíblica, apoyada por la historia de la iglesia temprana, considero que la implementación de una pluralidad de ancianos-pastores-supervisores en la iglesia tiene una ventaja sin paralelo—la ventaja de honrar a Cristo obedeciendo sus mandamientos. Si es la voluntad de mi Señor diseñar su iglesia de cierta manera, con cierto modelo de liderazgo, entonces mi deseo debe ser conformar mi voluntad a la suya. Quiero que mi voluntad siempre sea transformada hacia conformidad con su voluntad perfecta y santa, esta conformidad de voluntad y acción siendo la esencia de nuestro proceso de santificación que la Biblia demanda y promueve de manera clara y repetida (ver Romanos 12:1-2). ¡Que nuestros corazones y mentes siempre estén siempre puestos en este esfuerzo! Con esta ventaja, para mí, ninguna otra ventaja o desventaja lleva tanto peso. Sin embargo, soy de la opinión que las demandas de Dios tienen buenas razones, y nos pide hacer cosas que, a fin de cuentas, son mejores que sus alternativas.
No olvidemos un caso específico de Israel en el Antiguo Testamento (ver 1 Samuel 8:4-22). Fueron guiados por jueces y, ocasionalmente, profetas. Vieron que las naciones que les rodeaban no tenían profetas y jueces ocasionales que les guiara, sino más bien reyes fuertes y poderosos (1 Samuel 8:5, 19-20). Los Israelitas envidiaron a sus vecinos y querían tener lo que tenían ellos. Aunque, a fin de cuentas, Israel gozaba de más libertad y justicia y tenían a Dios como su Rey soberano, empezaron a rogarle a Dios que les diera un rey. A pesar de que conocían (o debían haber conocido) por Deuteronomio las desventajas de tener un rey, eligieron este camino (1 Samuel 8:11-18; Deuteronomio 17:14-20). Como Dios le dijo a Samuel, los Israelitas no habían rechazado solamente al representante de Dios, sino a Dios mismo como Rey (1 Samuel 8:7). Si Cristo nos reveló en su Palabra un patrón para su iglesia, ¡no lo rechacemos! Si ha diseñado a la iglesia con una pluralidad de ancianos, no lo cambiemos por un pastor principal.
La ventaja de “Hablar donde la Biblia habla”
Ya que soy del Movimiento de Restauración, le recordaré a las iglesias y ministros en mi contexto que la pluralidad de ancianos también es una visión fiel a los principios del Movimiento de Restauración, o de las Iglesias de Cristo. El patrón bíblico es algo que debo implementar. Un lema habla de hacer “cosas bíblicas de maneras bíblicas”. También hay otro lema que dice, “hablamos donde la Biblia habla . . .” Esto también nos indica que si la Biblia presenta una enseñanza clara, debemos aceptarla y hacerlo. El lema siempre tuvo la intención de incluir inferencias necesarias, esto es, conclusiones inescapables, incluso si la Biblia no tiene un mandamiento “deberás tener una pluralidad de ancianos-pastores . . .” Si la Biblia lo ordena, o si muestra un patrón claro, o si se entiende como inferencia necesaria, debemos buscar restaurar y observarla. “tal uniformidad es la cosa exacta que el Señor requiere, si fuere un modelo perfecto el Nuevo Testamento—una fórmula suficiente para la disciplina de adoración y gobierno de la iglesia cristiana. Hagamos, como se nos ha dicho expresamente que hacían ellos, digamos lo que ellos dijeron: esto es, profesemos y practiquemos como lo es expresamente ahí impuesto por precepto y precedente, en cada instancia posible, tras su ejemplo aprobado . . .” Alexander Campbell reconoció a los ancianos y obispos como los líderes espirituales de las iglesias. Hizo un llamado a las iglesias del Movimiento de Restauración de tener a sus obispos y diáconos en casa, y a sus evangelistas predicando a los perdidos y formando nuevas comunidades. Además, instó a cada oficial estar plenamente dedicado a cumplimiento fiel de sus deberes. Así que, si sucede que eres parte del Movimiento de Restauración, una ventaja de la pluralidad de supervisores-pastores-ancianos es fidelidad a los principios e historia de las Iglesias de Cristo. Si no ere de este movimiento, puede que encuentres un argumento interesante en el capítulo cuatro del libro Who Runs the Church: Four Views on Church Government (¿Quién gobierna a la iglesia?: Cuatro perspectivas sobre el gobierno de la iglesia) en donde es argumenta que, desde las perspectivas reformadas y puritanas, la perspectiva de ancianos plurales sí debe ser considerada.
Aparte de ventajas morales y espirituales, creo que la pluralidad de liderazgo en la Iglesia de Cristo tiene ventajas prácticas.
La ventaja de evitar deriva doctrinal
Una ventaja práctica es el poder cuidar de la doctrina del grupo. La idea con esta ventaja es que si un anciano-pastor-supervisor se desvía de la doctrina sana, los otros líderes puede corregirle, y en casos más severo, podrían disciplinar o expulsar a un hermano desviándose en herejías y apostasía. Cuando solo hay un líder en la iglesia, sin pare, y se desvía, generalmente se lleva a la congregación entera consigo. Si es un obispo o pastor de un grupo de iglesias, su herejía tiende a infectar a todas sus iglesias. Lejos de presera la doctrina sana, como querían hacer cristianos como Ignacio de Antioquía, este sistema permite que unos pocos contaminen grandes números de cristianos. La pluralidad de liderazgo y autonomía local permiten que el cáncer permanezca localizado, y en una cirugía ambulatoria, con anestesia local, pueda ser removido. Pablo conocía el peligro. En su discurso de despedida a los ancianos de Éfeso, los apuntó como sus sucesores. Al hacerlo, específicamente les advirtió a los ancianos de Éfeso que “También de entre ustedes mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas . . .” (Hechos 20:30). Los líderes cristianos se pueden desviar de la doctrina sana. Algunos pastores traicionan su vocación y atacan a las ovejas. Esta idea se basa en fuertes paralelos entre Hechos 20:28-30 y Ezequiel 33-34. La solución de Pablo, sin embargo, no fue nombrar a un pastor quien podía controlar a los ancianos, sino que todos los ancianos estuvieran despiertos y vigilantes, como cualquier pastor de ovejas decentes lo estaría.
La ventaja de responsabilidad entre pares
Una segunda ventaja práctica es poder corregir indisciplina de un líder de iglesia. Esta ventaja es bastante similar a la previa, pero aquí lo traigo a área de santidad y moralidad. Los líderes también son seres humanos, con todas las debilidades de sus hermanos de carne y hueso. Los líderes también fallan en sus estudios bíblicos. Los líderes también descuidan su oración. Los líderes también caen en tentación. ¿Y quién tiene la autoridad para corregir esto? ¿Quién puede amonestarlo? ¿Quién puede reprender su iniquidad? La pluralidad asegura que a nadie le falta un par, que no tenga un hermano con el mismo poder y la misma autoridad. Que simplemente exista la presencia de tal hermano motiva la autodisciplina. También provee una verdadera posibilidad de combatir la indisciplina, si fuera necesario. Todos necesitamos responsabilidad.
La ventaja de prevención de abuso
Una tercera ventaja práctica es el poder controlar abusos de poder en la iglesia. De nuevo, es una ventaja similar a las previas dos, pero aquí estoy enfocado en el área de ética asociado al uso de autoridad y poder. Desafortunadamente, entre muchos pastores honestos y sacrificiales, las posiciones de poder atraen a personas ambiciosas. La autoridad y poder también presentan tentaciones a aquellos quienes son honestos, sinceros y humildes. La pluralidad de liderazgo es una herramienta importante de prevención, pero también de corrección. Cuando el poder está concentrado en las manos de una sola persona, surgen problemas. Quiero clarificar que no estoy diciendo que todos los pastores singulares son así, por supuesto. Tampoco estoy diciendo que todas las iglesias lideradas por ancianos son saludables. Todos conocemos iglesias que sufren bajos pastores quienes abusan de su poder en varias maneras. No debe ser necesario mencionar que tales abusos de poder como el nepotismo, favoritismo, simonía, autoritarismo, manipulación, dominio e intimidación, entre otros, no deben ser parte del liderazgo de la Iglesia de Cristo. La pluralidad impide muchos de estos abusos.
La ventaja de distribución de dones
Una cuarta ventaja práctica de la pluralidad, y un poco diferente de las tres previas, es la posibilidad de suplementar las deficiencias de los otros. Aquí no hablo de santidad ni doctrina; hablo de habilidades y dones. La Biblia claramente enseña que el Espíritu Santo distribuye dones entre los hermanos, y que nadie tiene todos los dones necesarios para el funcionamiento del cuerpo de Cristo (ver 1 Corintios 12). Lo que sí hay, en términos bíblicos, es una diversidad de dones. El liderazgo bíblico de ancianos-supervisores-pastores involucra varias responsabilidades incluyendo enseñanza, predicación, administración de programas, manejo de finanzas, desarrollo de liderazgo, discipulado, visitas pastorales, consejería pastoral, disciplina, ¡y más! Nadie tiene dones en todas las áreas. El corolario de esta ventaja, nombrada de manera positiva, es que esto también le permite a uno empoderarse al enfocarse en sus fortalezas, en vez de gastar toda su energía cumpliendo con deberes que son su debilidad. La diversidad proveída mediante el liderazgo plural cubre debilidades y maximiza fortalezas.
Desventaja 1: Lento y difícil
Una desventaja del liderazgo plural es que es más lento y difícil. Cuando uno está acostumbrado a tomar decisiones solo, el proceso de tener una idea, formular la idea en cierto formato, convocar una reunión de líderes, presentar la idea, deliberar un rato, y someterlo a un voto es un procedimiento que parece ser demasiado lento. Los pastores de iglesias tienden a tener una personalidad y estilo de liderazgo que prioriza la velocidad y agilidad de conquistar obstáculos y echarse a andar, cualquier problema puede ser corregido y ajustado en el camino.
No obstante, yo respondería, otros estilos de liderazgo también son valiosos. Necesitamos la voz de un hermano que sabe, por sus dones, cómo esa acción afectará a los miembros. También necesitamos la voz del hermano que prevé las consecuencias accidentales de la acción en cinco años. También necesitamos la voz del hermano que conoce la finanzas de la iglesia y dice . . . “pero no tenemos los recursos para eso.” Es más lento, pero más seguro. La voz del hermano decisivo, activo y ágil será la voz que evita que las otras voces se paralicen con consideraciones y deliberaciones y jamás proceder. La objeción que la pluralidad es más lenta es correcta, es más lenta. Pero hay maneras de empoderar la pluralidad para que no se quede estancada. Nuestra inexperiencia con el modelo es un impedimento en este respecto.
Desventaja 2: Desprestigio
Otra desventaja es el desprestigio que podríamos sentir en nuestro mundo evangélico. Ya no me identifico como “el pastor” de una iglesia, ellos no sabe cómo tratarme en otros grupos. Si me permiten una breve anécdota. Asistí a un evento con refrigerios en varias mesas. Ya que no me identifiqué como “pastor”, me negaron acceso a la mesa exclusivamente para “pastores”. Pronto me enteré de que mantuvieron una mesa exclusiva para “pastores” a pesar de que la comida para los “hermanos” ya se había acabado. No quería comer de la mesa “pastoral”. Este tipo de actitud arrogante no tiene lugar en la Iglesia de Cristo. Es la actitud de los fariseos . . . buscar lugares de honor (Mateo 23:6; Lucas 14:6-11). ¡Qué inconsistencia con el mensaje y ejemplo de nuestro Señor! Sí, estaremos sin el mismo honor en el mundo pentecostal, y tal vez también con menos poder e influencia. Eso no importa. Parafraseando un himno, “Prefiero a Cristo que fama o prestigio, prefiero ser de Él que cualquier otro nombre. Prefiero a Cristo que multitudes llenando los puestos, prefiero ser guiado por sus manos marcadas por clavos . . .” Nosotros, como ministros de Cristo, buscamos el honor de nuestro Rey y Señor, y nada más. Si tenemos que elegir entre caminos más nuevos, y el camino antiguo del Nuevo Testamento, la opción correcta debe ser obvia.
Conclusiones sobre los pros y los contras
Hay muchas ventajas y desventajas para varios modelos de gobierno de la iglesia. El Nuevo Testamento presenta una perspectiva consistente del liderazgo de la iglesia—una pluralidad de ancianos, a quienes también se les podría conocer como supervisores o pastores. Hay algunos inconvenientes con el sistema, pero las debilidades se encuentran más que compensadas por los beneficios del liderazgo plural. Las desventajas también quedan más que balanceadas por la meta superior de honrar a Cristo, siguiendo el patrón bíblico puesto en Hechos y confirmado mediante la enseñanza en las epístolas. El liderazgo plural por un grupo de hombres llamados ancianos es tanto práctico como bíblico.
“Consideren esto con mucho cuidado, mis amigos. Es posible que le estemos robando al pueblo de Dios la guía espiritual que tanto se necesita en nuestros tiempos, cuando en realidad reemplazamos el modelo de pastor que Dios nos dio, con nuestro propio modelo corporativo. Mis queridos hermanos y hermanas, por favor mediten en esto con cuidado: un sistema eclesiástico que funciona mejor cuando sacrifica la función de su liderazgo bíblico (pastoreo, mentoría, equipamiento) para proteger una función no-bíblica (manejo y administración eficiente) ¡no puede ser de Dios! Repito: ¡no puede ser de Dios!”
Lynn Anderson, They Smell Like Sheep: Spiritual Leadership for the 21st Century (Huelen como ovejas: Liderazgo espiritual para el siglo 21).

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