Una instrucción o mandato que implica un cambio interno. No hablo de tener sed. Hablo del imperativo de “ser.” En traducciones bíblicas que optan por ustedes en lugar de vosotros dice “sean.” Hay muchas instrucciones bíblicas acerca de acciones externas. No quiero minimizar a estas normas. Pero, de alguna forma me parecen un poco más fácil que una instrucción que no es tan superficial. Dios busca cambios que no son solamente superficiales. No nos pide solamente cambiar algunas costumbres, sino una transformación de fondo. Aquí en nuestro pasaje, Dios expresa eso con un imperativo, “sed santos…” o “sean santos…”

Algunos que han estudiado cosas en la iglesia saben que hay dos sentidos de la palabra “santo” en referencia a los cristianos. Un sentido es el sentido moral y otro es un sentido posicional. La palabra originalmente se refería a ser apartados. En el sentido posicional habla de ser consagrado o dedicado a un uso especial religioso. En este sentido todos los cristianos son santos, porque han sido apartados por Dios, puestos en una comunidad que se llama la iglesia, y dados una función y misión especial. Así que, en este sentido, santo es sinónimo de salvo.

Esto no es el sentido aquí en 1 Pedro. Aquí dice específicamente que habla de la conducta. Es el sentido moral. Es apartarse de la maldad en el estilo de vida. Dice así: Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais en vuestra ignorancia, sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: SED SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO. (1 Pedro 1:14-16)

Aquí exige que los cristianos cambien sus estándares de vida. Lo que pide no es difícil de entender, pero un poco más difícil en llevar a cabo. Dice que, en primer lugar, hay que abandonar el estilo de vida del mundo. Es un estilo de vida basado en satisfacción de deseos y apetitos, ignorando moralidad, justicia, y la voluntad de Dios. Y, en segundo lugar, hay que reemplazar este estilo de vida con otra, otra norma. La norma exigida es la santidad de Dios. Es decir, Dios pide que nosotros vivamos con su moralidad, tomando las decisiones que él tomaría.

Ciertamente cumplimiento de este mandamiento nos apartará del mundo, porque hay un cambio de sistema moral y valórico. Las diferencias no son superficiales, pero las diferencias se manifiestan en lo superficial. La santidad que nos pide, la moralidad que nos exige, la norma que nos impone influenciará todo lo que uno hace. Sus decisiones incluyen factores que el mundo no considera.

Sí, Pedro pide que uno viva con santidad en toda su conducta. Pero, es más que eso también. Dice que hay que ser santo. La vida santa es una expresión de un cambio interno que también es exigido. Uno puede generalmente vivir una “buena vida” sin la transformación interna. Pero uno no puede realizar la transformación interna sin también llevar el fruto visible. Pedro pide el cambio interno y externo. Por eso Pedro habla del hecho de haber nacido de nuevo, de haber sido redimidos, y de haber sido purificados. Dios ya nos ha preparado para este cambio.

Solamente queda hacer el cambio, dándose cuenta de lo que Dios ha hecho y esforzándose por cambiar la mentalidad y estándar moral de este mundo por lo que viene de Dios, expresado en su Palabra.

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