Incongruencia en acciones no cambia la verdad. Abuso de derechos no cambia el hecho del derecho.

Es desafortunado que el caso de una iglesia desordenada en medio de la pandemia haya ocurrido. Es desafortunado también que algunos ingenuos piensen que esta es la oportunidad para perjudicar a toda la iglesia o toda la religión, imponiendo restricciones o restando derechos.

El hecho es que el derecho de culto y religión es un derecho fundamental. El gobierno debe reconocer tal derecho, pero el derecho no viene del gobierno ni de una constitución. Es un derecho fundamental, ampliamente reconocido en el mundo occidental, por ser un derecho natural. Otros derechos como el derecho a la vida y el de libre expresión también son derechos naturales. Tales derechos provienen de la naturaleza, el orden moral, y finalmente del Creador (aunque creencia en el Creador no es estrictamente necesaria para el reconocimiento del derecho natural).

Aquí no defenderé la filosofía y lógica que lleva a la conclusión de que la ley natural es una idea netamente racional y coherente que debe ser reconocida por todos. Más bien, me apunto a demostrar que el derecho de culto/religión no debe ser perjudicado por el mal actuar de algunos.

Se reconoce que todos los derechos tienen sus límites. La existencia de un derecho no implica que uno debe abusarse de este derecho. La libertad de expresión permite, por ejemplo, el insulto. Esto no implica que insultar es una buena idea ni que es moralmente aceptable. La libertad de expresión no permite todo, sin embargo. Por ejemplo, amenazas de daño físico, mentiras bajo juramento, y calumnia son ilegales en países que reconocen ampliamente la libertad de expresión. La libertad tiene sus límites. El derecho no implica que todos usarán el derecho de buena forma. Pero, uno no debe pensar que porque existen mentirosos, la libertad de expresión deja de existir. Uno tampoco piensa que porque existen personas que amenacen a otros que toda la sociedad debiera perder su libertad de expresión. De la misma forma una iglesia portándose mal no dice absolutamente nada acerca de la legitimidad del derecho y el hecho de que el gobierno tiene una obligación moral de proteger este derecho.

Restricciones innecesarias, extremas, y excesivas sobre las iglesias por casos de abuso de los derechos y concesiones de parte de la salud no son apropiadas. No se puede cerrar todos los supermercados por algunos que hacen colusión. No se puede eliminar transporte porque algunos operan sin licencia. No se puede eliminar hospitales porque hay algunos médicos con credenciales falsificadas. No se puede cerrar las iglesias o restringir la posibilidad de cultos porque hay gente e iglesias que abusan de los derechos.

Podemos y debemos defender la libertad de culto y el derecho de la religión en este momento. No hay porque tener vergüenza por lo que sucede en ciertas instancias. Hay que seguir haciendo lo correcto y promoviéndolo públicamente también.   

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