En Gálatas 5, entre otros lugares, la Biblia habla de la libertad que tenemos en Cristo. Cristo nos rescató de la esclavitud y nos llamó a la libertad. La libertad es algo que, como seres humanos, valoramos como algo inherentemente bueno. Entendemos que seres humanos deben ser libres. Nuestras culturas occidentales han rechazado la esclavitud. Tenemos contratos laborales en que los dos (empleado y empleador) tienen la libertad de poner fin al contrato. Nadie tiene la obligación de quedarse en un trabajo abusivo.

La libertad que Cristo nos ofrece es algo parecida a la libertad laboral en este sentido. Cristo nos liberó de la esclavitud del pecado. La esclavitud queda en el pasado. No tenemos porque volver a la esclavitud. Sin embargo, hay personas que, buscando seguridad, se quedan en empleos abusivos. Uno tiene la libertad de quedarse en esta circunstancia si quiere. La libertad también implica que la persona tiene la opción de salir y buscar otro empleador más justo. La libertad es la capacidad de decidir entre opciones.

Cristo nos ofrece algo mucho mejor que la esclavitud al pecado. Parece seguro quedarse en el pecado, pero no satisface al largo plazo. Muchos cristianos que han salido del pecado, ven su condición como algo indeseable justamente por los costos que vienen con la libertad. Antes de ser libre en Cristo, no tenía diferencias religiosas en la familia. Antes de ser libre en Cristo, podría mentir al jefe para avanzar en el trabajo. Antes de ser libre en Cristo, podría olvidarse de las dificultades de la vida en drogas, alcohol, u otras adicciones. ¿Es mejor la esclavitud al pecado?

También los israelitas veían la esclavitud en Egipto como preferible a la inseguridad y sufrimiento que experimentaron en el éxodo. En el desierto no había agua ni comida. Entre la falta de comida y agua, el calor, viviendo en carpas, y el peligro de ataques — las condiciones de vida en el desierto son incómodas. Obviamente, desde nuestra perspectiva, sabemos que realmente la inseguridad aparente valía la pena porque la promesa futura fue mucho mejor que la esclavitud o el sufrimiento de la salida. Los cristianos también, a veces, quieren volver a sus costumbres anteriores porque es familiar y parece más seguro.

Los cristianos tienen libertad, y podemos elegir entre estas opciones: el pecado como amo o Cristo como amo. Podemos volver a someternos a esclavitud o podemos buscar algo que nos satisface a largo plazo. Seguirle a Cristo nos es siempre fácil. Hay inseguridad y temor. Hay dificultad y tribulación. Hay sufrimiento y persecución. La promesa futura es mucho mejor que la comodidad ofrecida por la esclavitud, pero no es instantáneo. La esclavitud al pecado tiene ventajas y atractividad en el corto plazo.

Por eso Pablo tiene que decir Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud.(Gálatas 5:1) También dice Porque si hemos sido unidos a él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con él , para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto, ha sido libertado del pecado. (Romanos 6:5-7)

Si sientes la tentación de volver a la esclavitud al pecado, debes darte cuenta de que estás considerando preferir la esclavitud sobre la libertad. La libertad en Cristo es una vocación noble y buena. Requiere un poco de valor, pero no hay comparación entre las dos opciones, sobre todo al considerar el futuro.

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