Hebreos 6 – doctrinas fundamentales

Aprender más doctrina aquí.

El estado del mundo cristiano actual entristece los corazones de todos los que han recibido un amor de la verdad. La iglesia se ha divido innumerables veces. Las denominaciones cristianas han desarrollado sus propios esquemas doctrinales. ¿Quién puede nombrar todos los sistemas doctrinales sostenidos por grupos e iglesias que pretenden ser de Cristo? Aunque muchos dicen que en teoría su fundamento es la Biblia, se ve en la práctica que su doctrina se deriva de filósofos y teólogos, con sus teologías encapsuladas en credos y confesiones de fe formando doctrinas oficiales que terminan con más peso que el texto mismo de la Palabra de Dios. Todas las veces que hay una interpretación oficial de la Biblia, esta interpretación resulta más importante que la Escritura. Entonces, los militantes de su denominación o iglesia ya no pueden ver el texto bíblico objetivamente ni dejar que entre en su corazón o penetre hasta su alma. Hebreos 6 tiene una lista de doctrinas básicas. La triste realidad es que hay debate entre iglesias que profesan ser bíblicas con respecto a casi todas. Acerca del arrepentimiento y el bautismo, hay muchas iglesias que niegan que son realmente condiciones para la salvación. En lugar de seguir la enseñanza clara de la Biblia, siguen las confesiones generadas por hombres falibles. “Sola fe” ahora excluye la posibilidad que la Biblia enseña que hay que arrepentirse y ser bautizado (como Pedro dijo claramente en Hechos 2). Nuestras tradiciones y experiencias tienen preferencia por sobre la Palabra de Dios. Hasta la fe misma es malentendida como un simple sentimiento. Para muchos, es poco más que una emoción asociada con las alabanzas que se canta el domingo en la mañana u optimismo basado en algún concepto de Dios. La imposición de manos es casi nunca mencionada en algunos círculos, y poco entendido en otros. Algunos grupos se han dado cuenta de este estado y se han apropiado de estos temas como fundamento de doctrinas raras y la manipulación de las personas sin buena base bíblica. El liberalismo niega la resurrección de Cristo y la futura resurrección de todos. Y, en cuanto al juicio final, hay demasiada confusión. Considerando el bautismo, las iglesias no están de acuerdo acerca de si se debe hacer (hay grupos que creen que el bautismo era solamente para el primer siglo o que es solamente una metáfora), el modo (hay grupos que hacen “inmersión” por aspersión, rocío, o inmersión), para quién es (recién nacidos o creyentes penitentes), o para qué se hace (como condición para la salvación, como indica la Biblia, o como un mero símbolo, o para identificación con la iglesia local, o para membresía, o como testimonio, entre otras ideas). ¡Y todo eso es sin mencionar el bautismo en el Espíritu ni el bautismo de Juan el Bautista! Es increíble que un tema elemental y fundamental puede ser fuente de tanta confusión. Pero, en realidad no es la fuente del problema, sino más bien, su síntoma. La fuente de este desastre en el reino de Dios es el abandono del Nuevo Testamento como constitución autoritativa y suficiente para la Iglesia de Cristo. Aceptamos el partidarismo y militancia a favor de nuestro partido religioso preferido. Incluso, dentro de las iglesias de Cristo tenemos la misma tentación y tendencia. Siempre tenemos que resistir esta tendencia para consistentemente volver a la Biblia para ver el patrón y la doctrina que la iglesia de Cristo debe seguir. 
El autor de Hebreos dice que en la promesa de Dios (expresado en su Palabra) “tenemos… segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre…” (Heb 6:19-20) En la misma palabra tenemos los términos de la promesa: lo que Dios espera de nosotros y lo que Dios realmente nos ofrece. Hay que procurar entender mejor estas cosas y aferrarnos exclusivamente a su Palabra.