Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio, así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan. (Hebreos 9:27-28)

La conclusión de este capitulo nos permite ver un poco de los últimos tiempos sin entrar en mucha especulación.

Aquí vemos la regla general, aunque entendemos que hay excepciones. Por ejemplo, Lázaro, del Nuevo Testamento, murió dos veces mientras Elías no murió, sino que fue trasladado directamente con Dios. Sabemos también que algunos estarán vivos cuando Cristo viene por segunda vez. Sin embargo, esta regla es, obviamente, generalmente el caso.

En primer lugar, todos mueren. La muerte es una parte de nuestra existencia en este mundo. Podemos decir que es natural en un sentido – que ocurre con todos; pero no es natural en otro sentido – no fue parte del diseño original. Aquí en Hebreos, nuestro autor, hablando del mundo bajo la caída y maldición por causa del pecado, simplemente afirme la realidad de que todos mueren.

El próximo hito importante en este discurso es el juicio. No dice que ocurre inmediatamente después de la muerte de uno. Tampoco creemos que la persona es inconsciente entre su muerte y el juicio. Nada más esta indicando que después de la muerte del individuo la próxima cosa importante para el tema de este capítulo es el juicio. Es relevante es este tema porque el tema presente es nuestro pecado. El juicio es obviamente importante ya que en este momento todos nuestros pecados serán revelados y juzgados. De hecho, la Biblia habla clara y consistentemente del juicio final en estos términos. Todas nuestras obras, buenas y malas, serán juzgadas. Es relevante recordar que, para los que están en Cristo, no será una cosa de condenación. Como dice aquí, Cristo llevó nuestros pecados en su primera venida. Nuestros pecados son perdonados y no tendremos que temer este juicio. El juicio revelará la bondad y misericordia de nuestro gran Dios.

Vemos que la segunda venida será con un carácter bien distinta. La segunda venida de Cristo no es una misión de misericordia para redimirnos de nuestros pecados, como en su primera venida. No tiene que sufrir y morir de nuevo. Ya cumplió con esta misión una vez por todos. Los cristianos deben estar preparados para esta realidad. Y, sobre todo, los cristianos pensando en abandonar su fe o ser flojos en su fe, deben tener en cuenta. La segunda venida será muy diferente.

En la segunda venida Cristo viene para la salvación final de los que ansiosamente le esperan. Aunque somos salvos desde el momento de nuestro bautismo en Cristo cuando le recibimos con fe y arrepentimiento, en un sentido nuestra salvación no está completa en este mundo. En este mundo, no hemos llegado a la tierra prometida. En esta tierra no hemos escapado toda la influencia del pecado. En esta tierra vivimos con los efectos del pecado. Buscamos y esperamos una salvación por venir. Esta salvación final no es para todos. Es para los que le esperan. Tampoco es una espera pasiva, sino ansiosa. Los que anhelan y buscan su salvación porque ya andan en él participarán en esta salvación final cuando Cristo vuelve. Debemos vivir preparados para su venida.

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Un comentario sobre “Hebreos 9 – la muerte viene

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