Recibo muchas preguntas acerca de esta idea, así que pensé poner algunos pensamiento básicos y breves aquí. El tema es, como señala el título, acerca de perspectivas del milenio. En algunos sentidos importantes, todas las perspectivas principales del milenio retienen lo que podemos llamar los aspectos claves de la escatología cristiana, estos siendo: el retorno literal, física y visible de Jesús, la resurrección de todos, el juicio, y la realidad de los estados eternos. Típicamente se habla de cuatro perspectivas del milenio: premilenarismo tradicional, premilenarismo Dispensacional, posmilenarismo, y amilenarismo. A estos puntos de vista se puede agregar el Preterismo que puede tomar distintas líneas. Cada uno de los puntos de vista clásicos también pueden tener subgrupos y algo de diversidad entre sus adherentes. Hay algunos en el preterismo que niegan el retorno futuro de Jesús, el juicio, y los estados eternos. También dentro de los pos y amilenaristas hay algunos grupos de teología liberal que niegan estas verdades centrales.
Los prefijos señalan la relación entre el reino de mil años y la venida del Señor. El posmilenarismo, por ende, señala que el reino de mil años es previo a la venida del Señor. Este punto de vista generalmente sostiene que el milenio es un tiempo en que la mayoría del mundo se hace cristiana, iniciando una época de oro. El premilenarismo señala que es Señor viene después del milenio. La variante clásica dice que es un reino literal, en la tierra con su iglesia. La variante dispensacional dice que hay un rapto de la iglesia y el reino es con Israel en el medio oriente, rodeado por naciones guiadas por el diablo. El amilenarismo señala que no hay un reino de mil años en un sentido literal. Es importante aclarar que el amilenarismo (que literalmente indica que no hay un milenio) no está negando lo que dice Apocalipsis, sino que afirma una interpretación figurativa. En eso la mayoría con esta perspectiva prefieren otro nombre, pero no hay acuerdo en otro nombre. En realidad el nombre importa poco, la idea principal es ser fiel a lo que la Biblia enseña, sea cual sea la etiqueta aplicada por teólogos.
Hay uno solo pasaje que habla con la terminología del reino de mil años y no hace referencia directa a la venida de Cristo, sino que salta al juicio y la condenación del diablo. En lugar de comparar y contrastar los puntos de vista, veremos indicaciones en el texto principal para ver qué quiere decir.
Vi entonces a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo y una gran cadena en su mano. El ángel prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años. Lo arrojó al abismo, y lo encerró y puso un sello sobre él para que no engañara más a las naciones, hasta que se cumplieran los mil años. Después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. También vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que se les concedió autoridad para juzgar. Y vi las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca sobre su frente ni sobre su mano. Volvieron a la vida y reinaron con Cristo por mil años. Esta es la primera resurrección. Los demás muertos no volvieron a la vida hasta que se cumplieron los mil años. Bienaventurado y santo es el que tiene parte en la primera resurrección. La muerte segunda no tiene poder sobre estos sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con Él por mil años.
(Apocalipsis 20:1-6)
Una nueva visión
Primero que nada, es importante notar que lo que sucede en Apocalipsis no es necesariamente cronológico. Apocalipsis tiene varias visiones que analizan la historia desde distintos puntos de vista, en distintas imágenes, y con enfoque en distintos elementos. Apocalipsis 20 es, en mi opinión, el comienzo de la última visión donde el enfoque será en el juicio de toda maldad y el estado de bendición de los salvos. Para llegar a eso, la visión presenta toda la historia desde la primera venida de Jesús hasta los tiempos finales en estos versículos. Es el caso que haré más adelante. Considerando la naturaleza que se llama “cíclico” o “paralelismo progresivo” o “recapitulación” del libro, no es necesario pensar que lo que sucede en Apocalipsis 19 es previo a lo que sucede en Apocalipsis 20:1. Como Apocalipsis 19 está cerrando otra visión, termina con los tiempos finales. Si uno no percibe la naturaleza cíclica y paralela de las visiones o el cambio de visión aquí, puede confundirse en la interpretación del pasaje relevante para el milenio.
Lo que sale en este versículo también nos debe hacer pensar en el tiempo presente, pero no es tan obvio a lo mejor. Veremos ahora algunas de las cosas en este texto que señalan que está hablando de la época presente cuando dice “mil años”.
El diablo atado y arrojado
La primera indicación es la atadura del diablo. Si Satanás expulsa a Satanás, está dividido contra sí mismo; ¿cómo puede entonces mantenerse en pie su reino? Y si Yo expulso los demonios por Beelzebú, ¿por quién los expulsan los hijos de ustedes? Por tanto, ellos serán sus jueces. Pero si Yo expulso los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a ustedes. ¿O cómo puede alguien entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata? Y entonces saqueará su casa. (Mat 12:26-29) Jesús ocupa lenguaje de atar el hombre fuerte (Satanás) para saquear su casa. Jesús estaba rescatando personas de demonización y describe su ministerio así. Lucas cuenta la misma enseñanza y lo conecta con el “reino de Dios” Pero si Yo por el dedo de Dios echo fuera los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando un hombre fuerte, bien armado, custodia su palacio, sus bienes están seguros. Pero cuando uno más fuerte que él lo ataca y lo vence, le quita todas sus armas en las cuales había confiado y distribuye su botín. (Luc 11:20-22) Cuando sus discípulos regresaron de su viaje de predicación y expulsión de demonios, también Jesús comenta que el diablo estaba siendo arrojado. Los setenta regresaron con gozo, diciendo: «Señor, hasta los demonios se nos sujetan en Tu nombre». Y Él les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo… » (Luc 10:17-18)
No solo eso, sino que el ministerio de Jesús es generalmente visto en el Nuevo Testamento como la derrota del diablo. Consideren los siguientes versículos bíblicos:
- El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo. (1Jn 3:8)
- Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, también Jesús participó de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo, y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida. (Heb 2:14-15)
- Ya está aquí el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. (Jn 12:31)
- y de juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado. (Jn 16:11)
- Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él. (Col 2:15)
Y, finalmente, en otra visión paralela en Apocalipsis, usa la misma terminología, desde otra perspectiva: Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él. (Apo 12:9) Pero, no quiere decir que no puede hacer nada. Aunque está derrotado y arrojado, y aunque su derrota final está segura, está enojado. Como no ha podido eliminar a Jesús ni a la iglesia, ataca a los hijos de la novia de Cristo (los fieles) Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y salió para hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús. (Apo 12:17)
Un animal fiero cuando es lesionado y atado no deja de ser peligroso. De hecho, en muchos casos se ponen más violentos. Lo bueno es que uno puede ser liberado del peligro por no andar cerca. El diablo ya no tiene poder sobre todas las naciones porque cada vez que el Evangelio se predica y cada vez que uno lo recibe con fe, arrepentimiento, y bautismo uno se escapa del poder del diablo. para que les abras sus ojos a fin de que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en Mí, el perdón de pecados y herencia entre los que han sido santificados”. (Hch 26:18) Debe reprender tiernamente a los que se oponen, por si acaso Dios les da el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad, y volviendo en sí, escapen del lazo del diablo, habiendo estado cautivos de él para hacer su voluntad. (2Ti 2:25-26) Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca; sino que Aquel que nació de Dios lo guarda y el maligno no lo toca. Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero está bajo el poder del maligno. (1 Jn 5:18-19)
Tronos para juzgar
Ustedes son los que han permanecido junto a Mí en Mis pruebas; y así como Mi Padre me ha otorgado un reino, Yo les otorgo que coman y beban a Mi mesa en Mi reino; y se sentarán en tronos juzgando a las doce tribus de Israel. (Luc 22:28-30) Jesús les dijo: «En verdad les digo que ustedes que me han seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de Su gloria, ustedes se sentarán también sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por Mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. (Mat 19:28-29) La autoridad de juzgar es especialmente de los Apóstoles de Jesús, y en un sentido también de todo creyente. Al vencedor, al que guarda Mis obras hasta el fin, LE DARÉ AUTORIDAD SOBRE LAS NACIONES; Y LAS REGIRÁ CON VARA DE HIERRO, COMO LOS VASOS DEL ALFARERO SON HECHOS PEDAZOS, como Yo también he recibido autoridad de Mi Padre. (Apo 2:26-27) y ¿Se atreve alguno de ustedes, cuando tiene algo contra su prójimo, a ir a juicio ante los incrédulos y no ante los santos? ¿O no saben que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo es juzgado por ustedes, ¿no son competentes para juzgar los casos más sencillos? ¿No saben que hemos de juzgar a los ángeles? ¡Cuánto más asuntos de esta vida! (1Co 6:1-3) Pablo, evidentemente, consideró que esto es de conocimiento común entre los cristianos de Corinto. Como no lo es para nosotros, hace que esto suena más misterioso.
Los mártires están en el milenio
Los que pierdan su vida por Jesús, porque rehúsan vivir en rebeldía (la marca) ni participar en religión falsa (adoración de su imagen) vuelven a vida. Este tipo de lenguaje debe ser muy familiar. Juan graba las palabras de Jesús hablando de este tipo de vida en: Jesús le contestó: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en Mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?». (Jn 11:25-26) “Aunque muera, vivirá.” Los que mueren por Cristo volvieron a vida. Parece ser el mismo concepto. Pablo también enseña que cuando partimos de este cuerpo habitamos con el Señor Pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar con el Señor. (2 Cor 5:8)
Dos resurrecciones
En verdad les digo: el que oye Mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida. En verdad les digo que viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oigan vivirán. Porque como el Padre tiene vida en Él mismo, así también le dio al Hijo el tener vida en Él mismo; y le dio autoridad para ejecutar juicio, porque Él es el Hijo del Hombre. No se queden asombrados de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán Su voz, y saldrán: los que hicieron lo bueno, a resurrección de vida, y los que practicaron lo malo, a resurrección de juicio. (Jn 5:24-29) La parte subrayada aquí habla de la primera resurrección. Es una resurrección opcional, solo para aquellos que hacen caso a la palabra de Cristo. Ellos reciben vida en Él. La segunda resurrección se enseña la última parte de este pasaje hablando de “todos los que están en los sepulcros”. La primera resurrección (salvación) da entrada en la resurrección a vida en los tiempos finales. Los que no tienen vida en la primera resurrección, resucitarán en el día final para juicio y muerte eterna.
La salvación se habla en términos de una resurrección en varios lugares.
Entonces me dijo: «Profetiza sobre estos huesos, y diles: “Huesos secos, oigan la palabra del SEÑOR”. Así dice el Señor DIOS a estos huesos: “Voy a hacer que en ustedes entre espíritu, y vivirán. Y pondré tendones sobre ustedes, haré crecer carne sobre ustedes, los cubriré de piel y pondré espíritu en ustedes, y vivirán; y sabrán que Yo soy el SEÑOR”». (Eze 37:4-6)
Por tanto, hemos sido sepultados con Él por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. (Rom 6:4)
…habiendo sido sepultados con Él en el bautismo, en el cual también han resucitado con Él por la fe en la acción del poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos. Y cuando ustedes estaban muertos en sus delitos y en la incircuncisión de su carne, Dios les dio vida juntamente con Cristo, habiéndonos perdonado todos los delitos, (Col 2:12-13)
Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia ustedes han sido salvados), (Efe 2:4-5)
Por esta razón dice: «Despierta, tú que duermes, Y levántate de entre los muertos, Y te alumbrará Cristo». (Efe 5:14)
Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. (Col 3:1)
Reyes y sacerdotes en el milenio
Esto también debe verse de una descripción de los cristianos en su estado presente. De hecho, esto debe ser una de las pistas más fáciles de identificar. Juan mismo ya lo había dicho en la introducción: y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con Su sangre, e hizo de nosotros un reino, sacerdotes para Dios, Su Padre, a Él sea la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén. (Apo 1:5-6) Esto refleja tan bien a lo que dice en Apocalipsis 20, “serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con Él” y también en Apocalipsis 5:9-10 Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: «Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque Tú fuiste inmolado, y con Tu sangre compraste para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación. Y los has hecho un reino y sacerdotes para nuestro Dios; y reinarán sobre la tierra». (cabe notar que “reinarán” en este versículo está en tiempo presente, aunque se puede entender en sentido futuro)
No es sorprendente en el contexto bíblico tampoco.
Sacerdotes y reino
también ustedes, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Pues esto se encuentra en la Escritura: «YO, PONGO EN SIÓN UNA PIEDRA ESCOGIDA, UNA PRECIOSA piedra ANGULAR, Y EL QUE CREA EN ÉL NO SERÁ AVERGONZADO». Este precioso valor es, pues, para ustedes los que creen; pero para los que no creen, «LA PIEDRA QUE DESECHARON LOS CONSTRUCTORES, ESA, EN PIEDRA ANGULAR SE HA CONVERTIDO», y, «PIEDRA DE TROPIEZO Y ROCA DE ESCÁNDALO». Pues ellos tropiezan porque son desobedientes a la palabra, y para ello estaban también destinados. Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable. (1 Pd 2:5-9)
Ofrecemos sacrificios (lo que hace un sacerdote)
Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante Él, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan Su nombre. Y no se olviden ustedes de hacer el bien y de la ayuda mutua, porque de tales sacrificios se agrada Dios. (Heb 13:15-16)
Por tanto, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es el culto racional de ustedes. Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto. (Rom 12:1-2)
Reino
El reino de Dios y el reino de los cielos en los Evangelios habla de la iglesia, el pueblo de Dios, en muchos casos, no solamente del cielo o algún otro estado futuro. Entrada en el reino de Dios parece ser salvación en Juan 3:5. De forma importante para esta frase, Jesús enseña lo siguiente Habiendo preguntado los fariseos a Jesús cuándo vendría el reino de Dios, Él les respondió: «El reino de Dios no viene con señales visibles, ni dirán: “¡Miren, aquí está!” o: “¡Allí está!”. Porque, el reino de Dios está entre ustedes». (Luc 17:20-21) y en un texto muy conocido, Jesús le respondió: «Mi reino no es de este mundo. Si Mi reino fuera de este mundo, entonces Mis servidores pelearían para que Yo no fuera entregado a los judíos. Pero ahora Mi reino no es de aquí». «¿Así que Tú eres rey?», le dijo Pilato. «Tú dices que soy rey», respondió Jesús. «Para esto Yo he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha Mi voz». (Jua 18:36-37) En la Gran Comisión, Él dice que ya tiene “toda autoridad” (Mat 28:18-20) aunque no lo vemos manifestado en su plenitud. El reino de Dios es una descripción del Evangelio también en pasajes como este: Pablo se quedó por dos años enteros en la habitación que alquilaba, y recibía a todos los que iban a verlo, predicando el reino de Dios y enseñando todo lo concerniente al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbo. (Hch 28:30-31)
Nuestra inclusión ahora en este reino en un sentido también se ve en algunos textos aparte de los ya mencionados, aunque su expresión más completa será después de esta vida.
y con Él nos resucitó y con Él nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús, (Efe 2:6)
Palabra fiel es esta: Que si morimos con Él, también viviremos con Él; Si perseveramos, también reinaremos con Él; Si lo negamos, Él también nos negará; (2 Tim 2:11-12)
“Reinar” con Cristo es una forma de decir que participamos en Su reino cuando reconocemos Su Señorío en nuestras vidas. Al someternos a Su voluntad, somos Su reino y Él reina en nosotros y en la Iglesia cuando también opera en sumisión a Él.
Conclusión
La perspectiva amilenarista me parece lo más adecuado para este texto. Los mil años son el largo tiempo entre la primera venida y el regreso de Cristo. Los que mueren en Cristo y los que viven en su vida son parte de este reino y sacerdocio. En algún momento viene una tribulación importante, pero después de esto Cristo volverá por Su Iglesia, nos llevará con Él, viviremos el juicio e iremos a los estados eternos. Las frases de descripción y la estructura del libro apuntan a este punto de vista.
Un comentario sobre “Evaluación breve del amilenarismo”