Todos saben que el cristiano no debe ser legalista. Pero, hay un problema. ¿Qué es legalismo? Voy a ir en contra de lo que saben y decir que…
Legalismo Es Bueno
He escuchado que el legalismo es malo, siempre malo. Pero, estoy aquí hoy dia para decir que no estoy de acuerdo con eso. Estoy aquí para decir que el legalismo es bueno. ¿Cuántas veces menciona “legalismo” la Biblia? Espero que nadie tiene un versiculo porque la verdad es que la Biblia nunca usa esa palabra. Nunca usa esa palabra, pero el concepto sí. Hoy vamos a aprender sobre el legalismo y porque es bueno.
El legalismo es aplicación u obediencia estricta, literal o excesiva a la ley o un código moral o religioso. He visto muchos lugares que dan una definición del “legalismo.” No hay una sola definición. Pero, para clarificar… legalismo no siempre es bueno. De hecho, voy a dividir legalismo en 4 tipos, 3 de los cuales son malos. Pero, uno de ellos no es malo… es bueno. La cosa es que normalmente usamos la palabra sin pensar en que significa. El legalismo.
Legalismo malo #1: sistema de salvación
El primer tipo de legalismo es obediencia estricta a la ley de Dios porque uno cree que por obediencia a la ley va a ser salvo. Hay muchos que creen o viven así. Hablé de eso un poco la ultima vez que yo estaba predicando aca. Muchos no entienden que la salvación es por gracia solamente. Creen que nuestras buenas obras o evitación del pecado nos salvarán. Pero no pueden. Es imposible vivir lo suficientemente bueno para ser salvos. Los Israelitas luchaban siempre contra Dios. En el desierto hicieron un ídolo. En Canaan, no sacaron a todos los paganos. Muchas veces adoraban a los ídolos en adición a Dios. No guardaban el día de descanso. No trataban a las viudas y extranjeros en la forma que Dios había mandado. Dios envió profetas para corregirlos, pero sin éxito. Después de muchos siglos luchando contra Dios, los expulsó de la tierra. Fueron cautivos en Babilonia. Después del castigo, volvieron a Israel algunos. De allí en adelante nunca volvieron a la idolatría. Guardaban las reglas de Dios porque habían sido castigados por no obedecer. Bueno, la desobediencia fue parte del problema. Pero Hebreos 3:12-13 nos enseña que el problema principal fue falta de fe. Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo. Antes exhortaos los unos a los otros cada día, mientras todavía se dice: Hoy; no sea que alguno de vosotros sea endurecido por el engaño del pecado. Ellos nunca entendieron que su problema fue una falta de fe. Después de volver de la cautividad intentaron cultivar obediencia para salvación en vez de una fe para salvación que produzca obediencia. Quedarse en pecado es peligroso porque puede matar tu fe. Desobediencia a Dios puede causar muchos problemas en la vida, incluyendo terminando la cosa por la cual Dios imparte su salvación – la fe. La forma del legalismo (de obediencia estricta a la ley) que es basado en salvación por obras es malo. Está mal pensar o creer que podemos alcanzar la salvación por nuestra propia bondad. No es posible. Poner fe en Dios es la condición principal de la salvación. Dios requiere que mantenemos la fe y esperanza siempre solamente en Él – en Su carácter y la obra de Su Hijo, Jesucristo en la cruz. Es malo poner la fe o esperanza en mi mismo. Mi fe debe estar en Él.
Legalismo malo #2: ley humana sobre ley de Dios
El segundo tipo de legalismo es obediencia estricta a leyes humanas sobre la ley de Dios. Consideremos otra vez a Israel. Volviendo de la cautividad y no querando ser castigados de nuevo, pusieron muchas reglas para asegurar que no rompieran las leyes de Dios. Los hicieron en forma así: Dios dice en Deuteronomio 5:12-14 «Guardarás el día de reposo para santificarlo, como el SEÑOR tu Dios lo ha mandado. «Seis días trabajarás y harás todo tu trabajo, mas el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios; no harás en él ningún trabajo, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguno de tus animales, ni el forastero que está contigo, para que tu siervo y tu sierva también descansen como tú.” Según la tradición Hebrea, uno no puede ordenar cosas, filtrar agua, encender fuego (hoy algunos creen que usando cosas eléctricas clasifica, por las chispas), escribir dos letras o más, borrar dos letras o más, recoger frutas o verduras, sacar espinas del pescado, cortar verduras para ensaladas, extinguir fuego o un incendio (incluyendo para salvar propiedad), juntar o separar páginas, llevar cosas más de 2 metros en lugares públicos, y muchas cosas más. Inventaron leyes así para que el pueblo no podría ni siquiera acercarse a romper el mandamiento del Señor. Los Fariseos querían usar leyes así contra Jesús. Jesús entendió que las tradiciones humanas no llevan la autoridad de Dios. Mateo 12:1 es un ejemplo bueno. Por aquel tiempo Jesús pasó por entre los sembrados en el día de reposo; sus discípulos tuvieron hambre, y empezaron a arrancar espigas y a comer. Y luego en versículos 10-12 Y he aquí, había allí un hombre que tenía una mano seca. Y para poder acusarle, le preguntaron, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? Y El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros que tenga una sola oveja, si ésta se le cae en un hoyo en día de reposo, no le echa mano y la saca? Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer bien en el día de reposo. O podemos ver a lo que Jesús dijo en Marcos 7:6-8 Jesús les respondió: «Bien profetizó Isaías de ustedes, hipócritas, como está escrito: ‘ESTE PUEBLO CON LOS LABIOS ME HONRA, PERO SU CORAZON ESTA MUY LEJOS DE MI. ‘MAS EN VANO ME RINDEN CULTO, ENSEÑANDO COMO DOCTRINAS PRECEPTOS DE HOMBRES.’ «Dejando el mandamiento de Dios, ustedes se aferran a la tradición de los hombres.» Eso no quiere que decir que podemos romper leyes humanas cuando queremos hacerlo. Dios ha puesto las autoridades. Pero, sí dice que si hay conflicto, las leyes de Dios vienen primero. Cuando una iglesia decide que no es necesario ser bautizado para recibir la salvación, están poniendo su tradición sobre la palabra de Dios. Cuando alguien decide que su opinion es más importante que la Biblia, está poniendo su tradición sobre la palabra de Dios. ¿Cuántas cosas que son tradiciones de hombre ponemos antes de los mandamientos de Dios? Es un tipo del legalismo. Siempre hay que poner la palabra de Dios antes de todo. Ese tipo del legalismo es malo también.
Legalismo malo #3: letra sin espíritu
El tercer tipo del legalismo es, obediencia estricta a las leyes, pero sin entender o cumplir el propósito. Tenemos otra vez a los Fariseos de Israel. Ellos conocían a todas las leyes sobre el Sabado, todos los mandamientos del Antiguo Testamento, y muchas otras tradiciones. Ellos pusieron muchas escapatorias, para cumplir la ley de una forma. En Marcos 7:10-13 por ejemplo, tuvieron el principio de Corbán y lo usaron para ignorar un mandamiento importante. Si los papás de alguien estaban con necesidad, y los hijos decían, “lo que tengo que podría ayudarte ya dediqué a Dios cuando muera, lastima… no puedo darte nada.” Entonces no tenían que ayudar a los papás. Porque Moisés dijo: «HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE»; y: «EL QUE HABLE MAL DE su PADRE O DE su MADRE, QUE MUERA;» pero vosotros decís: «Si un hombre dice al padre o a la madre: ‘Cualquier cosa mía con que pudieras beneficiarte es corbán (es decir, ofrenda a Dios)'»; ya no le dejáis hacer nada en favor de su padre o de su madre; invalidando así la palabra de Dios por vuestra tradición, la cual habéis transmitido, y hacéis muchas cosas semejantes a éstas. Lo cosa es que el pueblo estaba buscando una forma de evitar las leyes pero parecer muy religiosos. Los lideres (los Fariseos, etc.) ayudaban a la gente en eso. ¿Pasa esto hoy en día? Sí. Hay personas que buscan la manera de parecer santo, religioso. Pero, sus motivos son malos. No buscan honrar a Dios. Buscan la admiración de otra gente. Pasa con Cristianos con miedo a admitir errores. Gasté mucho dinero esta semana. No queda nada para la ofrenda. Pero, por parecer religioso, voy a poner cien pesos en la bolsa, nadie va a saber. Obvio que la cantidad de su ofrenda es personal. Y puede ser que para algunas personas cien pesos es un sacrificio. Para la mayoría es muy poco. Lo que estoy diciendo es, ¿Cuál es tu motivación? ¿Das de manera sacrificial, o para la muestra? O quizás alguien asiste a la iglesia en los Domingos y parece religioso, pero dentro de la semana engaña en el trabajo, entra a la micro sin pagar, pelea con su pareja. Es fácil tener maneras de pretender ser muy santo, pero vivir en el estilo que quieres. La mente corrompida por el pecado inventa muchas maneras. Como Cristianos, nuestras mentes deben ser transformadas. No tenemos que seguir los deseos pecaminosos. El legalismo que sigue la ley en forma superficial es malo. Escucha Jesús en Mateo 23¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y éstas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquéllas. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno. ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que lo de afuera también quede limpio. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Mat 23:23-27. Ese tipo de legalismo es malo.
Pero, hay otro tipo de legalismo. Una forma buena. ¿Qué significa la palabra? Aplicación o obedencia estricta, literal o excesiva a la ley o un codigo moral o religioso. ¿Puede ser una forma buena de eso? ¡Sí! De hecho hay una forma del legalismo que es muy, muy buena. En el pasaje anterior, Jesús dice que los Fariseos deben cumplir las cosas grandes, sin dejar las cosas pequeñas – pagando el diezmo hasta las especias. Es bueno tener la copa limpia afuera, pero despues de limpiar adentro. Nunca es bueno desobedecer a Dios. La cosa que determina si es bueno o malo es la forma. ¿Es algo superficial, es tu forma de ganar salvación, o hay motivo mejor? Juan 14:21-24. Busquemos juntos esos versiculos. Jesús habla del tipo de legalismo bueno. Juan 14:21-24 El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él. Judas (no el Iscariote) le dijo*: Señor, ¿y qué ha pasado que te vas a manifestar a nosotros y no al mundo? Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que oís no es mía, sino del Padre que me envió.
La forma buena es buscar obedecer a Dios por amor. No es solamente una obligación (aunque sí tenemos obligación a obedecer nuestro Creador). No es solamente para parecer santo (aunque ser santo nos da un testimonio bueno en el mundo). Es por amor. ¿Amas a Jesús? Uno no puede decir que sí sin tener intención de obedecerle. No significa perfección, pero debemos cumplir sus mandamientos cada vez que tenemos la oportunidad. Esto es el tipo de obediencia que Dios busca. Amor sincero. Un amor de acciones y de verdad, no de palabras solamente. No en acciones exteriores solamente, sino el amor que produce un cambio muy dentro de la persona… cambiando el espíritu, el corazón, la mente. La definición… Aplicación u obediencia – estamos buscando aplicar la Biblia y obedecer los principios. Recordamos que Jesús usó el mandamiento contra el asesino y lo internalizó, que no debemos odiar. No es solo obedecer el mandamiento, sino también entender porqué Dios nos lo dio y aplicarlo en la vida diaria. Estricta, literal o excesiva – algunos dicen que el tipo de obediencia es excesiva porque es estricta. Queremos entender los principios de la palabra de Dios y vivirlos. No debemos ocupar excusas para desobediencia. Queremos obedecer la Palabra de Dios en los preceptos grandes y en los más chicos. A la ley o un código – Nuestra ley o código moral es la Biblia. Más preciso, es el Nuevo Testamento. No es la tradición de hombres, sino la Palabra de Dios. Necesitamos conocerla y obedecerla en cada detalle.
Nuestra obediencia es al Señor que nos ama y nos salva. Es la respuesta apropiada de un amor verdadero. Quiero animarlos hoy, a convertirse en un legalista – cumpliendo la voluntad de Dios. La prueba de un amor real por Dios y por Jesús es legalismo. El legalismo bueno. La obediencia. Una vida limpia adentro y afuera. No piensen que sus obras les pueden salvar. No acepten una santidad externa. No pongan tradiciones delante de la Palabra de Dios. Sí decidan dedicar la vida entera a Dios, a amarle con TODO TU CORAZON, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU FUERZA, Y CON TODA TU MENTE Lucas 10:27
- Gracias a doctores D.A. Nash y Jim Girdwood por su enseñanza en este tema.
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