Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad. Pelea la buena batalla de la fe. Echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado, y de la que hiciste buena profesión en presencia de muchos testigos. (1 Tim 6:11-12)
Los verbos imperativos (mandatos) en este versículo se refieren a los juegos griegos (juegos olímpicos). Hablan de carreras, boxeo, lucha, etc. (de 776 a.C – 393 d.C.).
Con el verbo “huir” habla de mantenerse alerta a los peligros para poder evitar las cosas que te pueden hacer daño – avaricia, inmoralidad, envidia, malicias, y los demás pecados. Es un verbo que indica una acción y urgencia… el peligro es real, no hay que demorarse en escapar de la tentación. El peligro y la tentación vienen naturalmente, requiere acción para evitar.
El verbo “seguir” también es un verbo muy activo – correr detrás de algo para alcanzarlo – usado en carreras en los juegos griegos. Habla aquí de buscar activamente poseer estas virtudes con entusiasmo y energía. La adición de estas buenas cualidades no viene tan fácilmente como las malas, requiere acción. Para conseguir estas condiciones hay que buscarlas activamente.
“Pelear” es entrar o participar en un juego, partido, concurso, o contienda – especialmente algo como la lucha y el boxeo. La lucha no es algo fácil. Toda persona que participa en esta clase de deporte sufre dolor en su preparación y en el acto de participar. De hecho, la palabra griega para pelear, agōnizomai, es la base de nuestra palabra agonizar. Pelear no es agradable, pero es bueno y necesario. En sus cartas a Timoteo, está frase habla de perseverar en la fe en Jesús – de no dejarse ser engañado por falsas doctrinas y sectas, ni dejar que la incredulidad mate su fe. Dice: Esta comisión te confío, hijo Timoteo, conforme a las profecías que antes se hicieron en cuanto a ti, a fin de que por ellas pelees la buena batalla, guardando la fe y una buena conciencia, que algunos han rechazado y naufragaron en lo que toca a la fe. (1 Tim 1:18-19) y He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. (2 Tim 4:7) Hay muchas distracciones, aflicciones, y tribulaciones en esta vida pueden causarnos extraviarnos del camino de la fe. Hay que luchar y pelear para mantenerse allí.
El ultimo verbo aquí es el “asir” (dependiendo de la traducción). Otras traducciones incluyen: echar mano, agarrar, aferrarse, etc. Alude, probablemente, a tomar en mano el premio después de la competición (normalmente una corona en aquella época). Cuando uno es premiado después de un gran esfuerzo y compromiso, es natural tomar el premio con entusiasmo. La vida eterna con Dios está garantizada para todos los que cumplen la carrera. Podemos tomar el premio con confianza y seguridad por la obra de Jesucristo
En lugar de resolver en este Año Nuevo solamente a cambiar la vida para tener más felicidad, tranquilidad, salud y prosperidad, quiero animarlos a que resuelvan a mantener al evangelio de Jesús una prioridad en sus vidas y en sus conversaciones. Para este año queremos ser fieles a nuestro Señor en pensamiento, voluntad, actitudes, y acciones. Debemos huir de tentaciones, correr tras lo bueno, pelear por la fe, y poder sostener el premio de vida eterna.