En la conclusión de Hechos 5, con el nuevo enfrentamiento de Pedro con los líderes judíos hay tres cosas interesantes que veremos aquí.
En primer lugar, tenemos un buen resumen del evangelio predicado una vez más. Pedro mantiene una actitud de respeto, pero insiste en obedecer a Dios. Su mensaje sigue consistiendo en una exposición sobre la obra salvífica de Jesús – específicamente, su muerte en la cruz – y el pecado de la audiencia, un llamado a recibir a Jesús como Señor y Salvador, junto con los beneficios de recibirle con fe, arrepentimiento y obediencia: perdón de pecados y el don del Espíritu Santo. Pedro es consistente en su predicación y debe ser un modelo para todos los cristianos. El evangelismo tiene que incluir estos puntos para realmente ser evangelismo efectivo. El formato, los detalles más prominentes, etc. cambia dependiendo de las circunstancias, pero el mensaje no es variable y ciertos puntos son indispensables.
Lo otro interesante aquí es una idea común pero no necesariamente correcta expresada por Gamaliel. Tiene su lógica y es parcialmente correcta en un sentido limitado, pero no es su totalidad. Hay que tener cuidado. La Biblia es la Palabra de Dios, inspirada e inerrante. Sin embargo, cuando la Biblia graba el discurso de una persona no inspirada, puede incluir falsedades que la persona citada dijo. La Biblia es inerrante en que citó bien a la persona, aunque el contenido de su discurso es falso. Por ejemplo, cuando Abraham dijo una “media verdad” la Biblia lo cita. En el relato de la muerte de Saul, un hombre va a David y da un informe mentiroso a David – la Biblia tiene el discurso mentiroso. Aquí, Gamaliel no miente, simplemente está equivocado si quiere decir que todo lo que prospere es de Dios y los movimientos que no son de Dios desaparecen. La realidad no es tan simple. Hay religiones falsas que tienen historias muy largas y miles de seguidores. Hay buenos grupos que son pequeños, otro eliminados por persecución, etc. El tamaño o la duración de un determinado grupo, filosofía, teología, religión, denominación, o secta simplemente no es una buena medida de su aprobación o desaprobación divina.
Gamaliel, en su discurso, también da buenos datos históricos acerca de otros líderes mesiánicos pretendientes. Lo que dice históricamente es cierto. Es cierto que estos grupos no siguieron después de la muerte del supuesto mesías. En el caso de Jesús, Gamaliel espera lo mismo: si la iglesia no es de Dios no va a permanecer. Y, Gamaliel tenía razón, Dios estaba protegiendo y guiando a la iglesia primitiva. Los líderes de los judíos no podían destruirla.
Finalmente, la reacción de los apóstoles frente la persecución es admirable. Aceptan la persecución y tienen una actitud sorprendente para muchos. Reciben azotes y salen regocijándose del hecho de haber sido “dignos de sufrir” con Jesús. El mundo cristiano occidental no tiene una actitud semejante. Todos buscan eliminar sufrimiento, evitar persecución, y escapar de tribulaciones. Tal vez es normal y natural no querer sufrir innecesariamente. Es sabio no buscar entrar en prueba. Sin embargo, la cultivación de una actitud semejante a la de los apóstoles en este caso sería un buen indicador de una cierta madurez espiritual poco común. Indica el deseo de realmente estar con Cristo en las penas, en la salud y en la enfermedad… Es querer estar con Cristo por amarle y no solamente porque uno busca buenos regalos. Es indicador de un amor profundo, sincero y maduro.
