Apóstoles – un oficio con autoridad universal, dado a los 11 discípulos, junto con Matías (tal vez) y Pablo. Como Apocalipsis menciona 12 puertas que son los doce Apóstoles, se provoca algo de confusión. Pero, las 12 tribus de Israel también fueron 11 tribus más dos tribus parciales. No es necesario ser dogmático en como se cuenta. Pero, es importante notar que no hay apóstoles en este sentido después de los antemencionados. Pablo dice claramente en 1 Corintios 15:8 que él fue el último en ver a Jesús resucitado. Por lo tanto, nadie más reúne los requisitos bíblicamente mencionados. La Biblia también usa el término en referencia a otros mensajeros enviados (el significado original de la palabra griega) para fines especiales. Profetas – un oficio con autoridad local, dado para el periodo inicial de la Iglesia. Los profetas cumplían una función importante en la ausencia de la Palabra escrita. El Nuevo Testamento cumple la función de forma universal hoy. Evangelistas – un oficio de autoridad fuera de la iglesia local, con enfoque en la generación de nuevos discípulos y nuevas congregaciones (plantación de iglesias), abarcando lo que hoy llamamos evangelistas, misioneros, y ministerios parecidos. Pastor-maestro – un oficio de la iglesia local. El Nuevo Testamento presenta los términos anciano y obispo (supervisor) intercambiablemente. Dice en dos lugares (Hechos 20 y 1 Pedro 5) que su obra es pastorear (a veces traducido “apacentar”) a la iglesia. Este es el único lugar que habla del mismo oficio como “pastor”. La obra de este oficio incluye gobernación, enseñanza, y cuidado espiritual de la iglesia local. Lamentablemente, hay mucha confusión en estos temas en la iglesia moderna. No debe ser fuente de división. Pero, a la vez, debemos siempre intentar seguir el patrón del Nuevo Testamento. En esta estructura, no hay “Papa”, no hay “sínodos”, no hay “episcopados”, ni tampoco denominaciones con casa matriz. La iglesia local existe con autonomía ya que el oficio con autoridad sobre múltiples iglesias (apostolado) fue solamente para la iglesia primitiva.
La meta de los ministerios
Cada miembro debe tener la meta de llegar a la madurez. Los ministerios cumplen (en sus varias formas) para fomentar y preparar a los cristianos para que puedan alcanzar su meta. Los pastores no pueden obligar el crecimiento del miembro y no es su propósito. El pastor lleva la oveja al pasto, pero no debe tener que recoger pasto para alimentar a cada oveja. Los indicadores de la madurez que se busca son: unidad de la fe (el mismo sistema teológico y doctrinal), conocimiento de Jesús (entendimiento de la Palabra y su conocimiento personal de su Autor), madurez (no perfección, como algunas traducciones indican) como Cristo (llegando a ser como Cristo en nuestra moralidad, valores, y acciones) y capaces de resistir doctrinas falsas. La iglesia está constantemente bajo ataques, desde adentro y afuera. Idealmente, cada cristiano debe ser capacitado para estar estable en el ambiente de modas teológicas. Si todos puedan aprender a funcionar bien y cumplir con sus roles en la iglesia, y se mantengan firmes en el amor cristiano, la iglesia puede crecer. Es un deber, no solamente del liderazgo, sino de cada uno.
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