Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús: A todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, incluyendo a los obispos y diáconos: Gracia a ustedes y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. (Flp 1:1-2)

La humildad

En el principio de la carta de Pablo a Filipenses, en este saludo general, hay varias cosas que podemos aprender. Quiero llamar la atención a algunas de estas cosas para su consideración.Vemos a Pablo, junto con su discípulo e hijo en la fe, Timoteo sirviendo a Cristo junto. Aunque Pablo es Apóstol y Timoteo es alguien que él está formando, Pablo no ocupa ningún título honorifico. Pablo podría haber destacado su autoridad sobre Timoteo o insistido en el uso de la palabra “apóstol” pero no lo hace. Liderazgo en la iglesia de Cristo tiene que venir acompañado con humildad. No es la idea ser pastor para que todos digan “Pastor” en lugar de “hermano” cuando te hablan. No es la idea que cuando te escriban tu nombre te ponen “Pastor” tampoco. La idea es cumplir con la función. El nombre de la función y oficio se puede nombrar sin problema cuando es relevante y necesario. En este caso, Pablo no lo hace. Él ve que él es un siervo de Jesús igual que Timoteo. De hecho, en su carta, va a tener una sección importante acerca de la humildad y la necesidad de evitar vanagloria y arrogancia. Que tan fácil es aceptar el elogio del hombre y dejar que esto infle el ego. Pablo es inteligente, pero también quiere ser humilde. Tiene dos razones, entonces, por no mencionar su oficio apostólico: 1) por humildad general y 2) para ejemplificar lo que va a enseñar. Posiblemente también busca animar a su consiervo Timoteo en su ministerio y obra por no siempre hacerle sentir inferior.

El servicio cristiano

El servicio cristiano es primeramente un servicio para Jesucristo. Pablo tiene esto como énfasis siempre. En un sentido segundario, y muy importante, el ministro es siervo de la iglesia. La función de cualquier oficio ministerial en la iglesia es servir a Cristo en la iglesia y servir a la iglesia para que pueda tener un buen desarrollo en el cumplimiento de la misión de formar discípulos a través de evangelismo de los perdidos y edificación de los miembros. Claro, Pablo está sirviendo a la iglesia por escribir esta carta importante. Sin embargo, su servicio a la iglesia es un servicio al Señor. Él tiene claro que la iglesia es de Jesús y que él es siervo de Jesús. Sirve a la iglesia como parte de su servicio a Jesús. Es muy importante que cada cristiano se acuerda de eso. La iglesia es muy importante. Es la novia de Cristo. Es el cuerpo de Cristo. Es el rebaño que Cristo ama. Obviamente debemos amar a la iglesia si es que amamos a Cristo. Pero, el primer amor tiene que ser Cristo. El servicio a la iglesia que viole los preceptos de Cristo no es un buen servicio. Todo lo que la iglesia hace, y los ministros en servicio de la iglesia, debe ser enfocado el amar, obedecer, y servir a Cristo. El ministro es un siervo. No importante que título u oficio pueda tener, sigue siendo siervo.

Los santos

Pablo escribe a los santos de la iglesia. En algunas tradiciones eclesiásticas hay un cierto rango de cristianos beatificados que reciben la distinción de “santo.” En algunas iglesias son el objeto de reverencia y veneración. Según tales iglesias hay una distinción importante entre reverencia o veneración y la adoración que es exclusivamente para nuestro Dios Trino. Sin embargo, aquí podemos ver que hay un problema grande en su concepto de esta clase especial y elite de cristianos llamados “santos”. En la Biblia, todos los cristianos son santos. La palabra santo tiene su base en la idea de ser apartada y consagrada para un uso especial en el servicio de Dios. Los cristianos que se entregan al Señor con fe, arrepentimiento y bautismo reconocen a Cristo como Señor. Se entregan a él como su Maestro y Amo. Se apartan de las metas y deseos y actitudes del mundo para hacer un buen servicio al Señor.  Como dice Pablo ¿O qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque nosotros somos el templo del Dios vivo, como Dios dijo: «HABITARÉ EN ELLOS, Y ANDARÉ ENTRE ELLOS; Y SERÉ SU DIOS, Y ELLOS SERÁN MI PUEBLO. Por tanto, SALGAN DE EN MEDIO DE ELLOS Y APÁRTENSE», dice el Señor; «Y NO TOQUEN LO INMUNDO, Y Yo los recibiré. (2 Cor 6:16-17) Todos los cristianos son santos y deben vivir una vida consecuente con esta realidad. Los cristianos en nuestra experiencia tienen distintos grados de desarrollo, compromiso, conocimiento, fidelidad, y obra. Esto, no obstante, justifica una clasificación de rangos como hacen en estas iglesias que beatifican a algunos.

Obispos y diáconos

Dentro de la iglesia de los “santos”, apartados para el Señor, hay dos funciones que Pablo destaca. La función de obispo es la función y oficio de lo que llamamos a veces liderazgo. Otros textos bíblicos como Hechos 20:28 y 1 Pedro 5:1-5 demuestran que las palabras “obispo”, “anciano” y “pastor” son intercambiables en el Nuevo Testamento. El concepto de un obispo por sobre un grupo de iglesias es ajeno al Nuevo Testamento. Aquí, el obispo no es sobre un grupo de iglesias ni fuera de la iglesia, sino dentro de la iglesia. Y, no es “el obispo” sino que son “los obispos” entre los santos de esta iglesia. Esto nos enseña lo mismo que vemos en el resto del Nuevo Testamento – el diseño de la iglesia local es con una pluralidad de personas que pueden ser llamadas “obispos” (o supervisor y que la palabra traducida “obispo” quiere decir supervisor) o “ancianos” o “pastores”. Este patrón cambió rápidamente después del Nuevo Testamento (en 3 Juan ya vemos a una persona tomando un liderazgo único en la iglesia) y a fines del segundo siglo, ya el patrón de un obispo sobre la iglesia se había instalado fuertemente. La iglesia debe volver al patrón bíblico. Los diáconos, en 1 Timoteo 3 parecen tener una función de servicio práctico en la iglesia (no tienen liderazgo espiritual ni responsabilidades de enseñanza). Apoyan a los ancianos/pastores/supervisores por aliviar la carga de los deberes que tienen que ver más con administración de programas y servicios prácticos de la iglesia. Estas son las únicas dos funciones y oficios en la iglesia local. Evangelistas tienen su servicio orientado fuera de la iglesia local o en establecer nuevas iglesias en su etapa inicial. En el Nuevo Testamento había maestros itinerantes que viajaban enseñando también, pero no tenían autoridad sobre iglesias. No hay ningún oficio semejante a los oficios jerárquicos de muchas iglesias de hoy. Para más información acerca del patrón de liderazgo, siguen este enlace.

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