Esteban fue elegido por la iglesia y ratificado por los Apóstoles. Se hizo parte de este grupo de siete hombres que son semejantes a los diáconos descritos en otras partes del Nuevo Testamento. En la conclusión del proceso los Apóstoles impusieron manos sobre estos siete hombres, ratificando la decisión de la iglesia y dejando a estos siete hombres en el oficio. Esteban sale y empieza a hacer señales y prodigios que llaman la atención de los religiosos entre los judíos. Entre la sabiduría que tenía Esteban y la ayuda del Espíritu Santo en él, los judíos que discutían con él no pudieron defenderse. Frustrados por la sabiduría, gracia, conocimiento, y autoridad con que él habló y le llevaron preso con testigos falsos presentados para generar un caso en su contra. La resolución se ve en el próximo capítulo donde Esteban da un sermón con excelencia.

La imposición de manos provoca algo de confusión hoy por la diferencia de cultura entre nosotros y ellos. En la Biblia se consideraba una doctrina simple y básica y así, no hay mucha enseñanza acerca del tema. Se nota esta idea cuando sale en la lista enseñanzas esenciales: de la enseñanza sobre lavamientos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. (Heb 6:2)

La imposición de manos en la Biblia no tiene un solo concepto sino varios, con la idea general siendo la transmisión de algo. Pero, ¿qué es este algo? Ahí depende mucho del caso. Vamos a ver algunos ejemplos para ver la variedad de contextos.

Después Aarón pondrá ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío y confesará sobre él todas las iniquidades de los israelitas y todas sus transgresiones, todos sus pecados, y poniéndolos sobre la cabeza del macho cabrío, lo enviará al desierto por medio de un hombre preparado para esto. (Lev 16:21) En el Antiguo Testamento los sacerdotes imponían manos sobre la cabeza de los animales antes de hacer el sacrificio. Al parecer este acto junto con la confesión de los pecados simbolizaba la transmisión de los pecados al animal. También consagraba al animal para Dios. Después de este acto, el animal no podría ser usado para otra cosa, ya es del Señor.

y presentarás a los levitas delante del SEÑOR; y los israelitas pondrán sus manos sobre los levitas. (Núm 8:10) La idea de consagración a una obra también se ve en el caso de los levitas, que hacían el culto en el tabernáculo (y, luego, en el templo) y tenían otros deberes de enseñanza. Son apartados para el servicio del Señor con la imposición de manos.

Cuando José vio que su padre había puesto su mano derecha sobre la cabeza de Efraín, esto le desagradó. Y tomó la mano de su padre para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés. (Gén 48:17). También la imposición de manos fue usada para transmitir o impartir una bendición. En este caso, Jacob declara una bendición sobre los hijos de José.

Moisés uso la imposición de manos, según la instrucción de Dios, para transmitir una obra del Espíritu Santo a su sucesor, Josue. Moisés hizo tal como el SEÑOR le ordenó; tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar y delante de toda la congregación. Luego puso sus manos sobre él y le impartió autoridad, tal como el SEÑOR había hablado por medio de Moisés. (Núm 27:22-23) Y Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los israelitas le escucharon e hicieron tal como el SEÑOR había mandado a Moisés. (Deu 34:9)

Jesús imponía manos también para bendecir, más o menos como Jacob había hecho. Cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: «Dejen que los niños vengan a Mí; no se lo impidan, porque de los que son como estos es el reino de Dios. En verdad les digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él». Y tomándolos en los brazos, los bendecía, poniendo las manos sobre ellos. (Mar 10:14-16)

No impongas las manos sobre nadie con ligereza, compartiendo así la responsabilidad por los pecados de otros; guárdate libre de pecado. (1 Tim 5:22) Pablo habla de imposición de manos como sinónimo de la instalación de liderazgo, semejante a lo que se vio en el caso de los levitas. Y, de hecho, la comisión de Pablo como misionero también tuvo este elemento. Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron. (Hch 13:3)

Hay muchos casos en el Nuevo Testamento donde hay una asociación entre la imposición de manos y la sanidad. Como el padre de Publio estaba en cama, enfermo con fiebre y disentería, Pablo entró a verlo, y después de orar puso las manos sobre él, y lo sanó. (Hch 28:8) El Señor le dijo: «Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo, porque él está orando, y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista». (Hch 9:11-12). Ananias dice a Pablo que el Señor le había enviado para que Pablo recobrara la vista (lo cual hizo con imposición de manos) y para que recibiera del don del Espíritu Santo (lo cual probablemente sucedió en su bautismo).

Luego, los Apóstoles tuvieron algo especial. Como Moisés transfirió autoridad a Josué con imposición de manos, los Apóstoles transfieren el Espíritu Santo en un sentido especial, con poderes milagrosos. Los que recibían esta imposición no podrían replicarla en otras personas. Felipe recibió, por ejemplo, imposición de manos en este sentido, pero en Samaria tiene que esperar la llegada de los Apóstoles para que los convertidos puedan tener poderes milagrosos. Simón reconoce hecho y quiere comprar la capacidad de transferir poderes y dones a otras personas.  Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan, quienes descendieron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo. Porque todavía no había descendido el Espíritu Santo sobre ninguno de ellos; solo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces Pedro y Juan les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. Cuando Simón vio que el Espíritu se daba por la imposición de las manos de los apóstoles, les ofreció dinero, y les dijo: «Denme también a mí esta autoridad, de manera que todo aquel sobre quien ponga mis manos reciba el Espíritu Santo». (Hch 8:14-19) Felipe no pudo, tuvieron que llegar los Apóstoles.

 Antes de Hechos 6, los Apóstoles hacen señales y prodigios. Por mano de los apóstoles se realizaban muchas señales y prodigios entre el pueblo; y acostumbraban a estar todos de común acuerdo en el pórtico de Salomón (Hch 5: 12) No hay indicación de nadie más haciendo señales o milagros. En Hechos 6:6 imponen manos sobre los siete. A estos los presentaron ante los apóstoles, y después de orar, pusieron sus manos sobre ellos. (Hch 6:6) Dos versículos después tenemos la primera instancia de alguien que no es Apóstol, haciendo señales y prodigios. Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo. (Hch 6:8)

La imposición de manos tenía muchos sentidos y contextos. Nadie hoy es Apóstol y, por lo tanto, nadie hoy puede impartir el Espíritu Santo en este sentido especial. El don del Espíritu Santo, como se ve en Hechos 2, es entregado en el bautismo en agua. Si uno quiere recibir el Espíritu Santo y contar con su morada, esto se hace con el bautismo. El uso de imposición de manos para impartir el Espíritu después del bautismo confunde los varios usos de imposición de manos en el Nuevo Testamento. Mientras no es pecado imponer manos como una bendición después del bautismo, no confiere ni imparte el Espíritu Santo.

Acerca de la impocisión de manos para dones pueden ver este enlace.

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