En Hechos 10 Lucas cuenta la conversión de Cornelio. Para los que no creen que el bautismo es necesario para ser salvo, es un texto relevante que parece comprobar su postura. El argumento muchas veces expresado en el caso de Cornelio es que la conexión entre la salvación y el bautismo parece ser fuera de orden. Si lo que la Biblia presenta es que Dios otorga la salvación, incluyendo el don del Espíritu Santo, en el bautismo, Cornelio está fuera de orden. Él (y su casa) recibió el Espíritu Santo antes de ser bautizado, y creo que esto produce tu objeción. Si debe ser: creer, arrepentirse, y ser bautizado para ser salvo y recibir el don del Espíritu Santo, ¿por qué Cornelio creyó, luego recibió el Espíritu Santo, y después fue bautizado?
Para que lo tengamos claro, veremos aquí el texto relevante: De Él dan testimonio todos los profetas, de que por Su nombre, todo el que cree en Él recibe el perdón de los pecados». Mientras Pedro aún hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban el mensaje. Todos los creyentes que eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, se quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los gentiles, pues los oían hablar en lenguas y exaltar a Dios. Entonces Pedro dijo: «¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?». Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara con ellos unos días. (Hch 10:43-48)
La Biblia enseña varias obras del Espíritu Santo. Por ejemplo, los dones espirituales no son la misma cosa que “el don del Espíritu Santo”. El Espíritu Santo venía sobre personas en el Antiguo Testamento para darles poder para cumplir con una misión o ministerio especifico. Vino sobre Moisés, Saul, David, los jueces, Bezalel y Aholiab, entre otros para capacitar para sus obras respectivas. Incluso en el ministerio de Jesús, el Espíritu Santo venía sobre persona en este sentido y no había comenzado a morar en personas (el don del Espíritu Santo asociado con la salvación). Juan menciona esta diferencia importante y la nueva obra del Espíritu Santo que iba a darse después de la glorificación de Jesús en Juan 7:37-39: En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz: «Si alguien tiene sed, que venga a Mí y beba. El que cree en Mí, como ha dicho la Escritura: “De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva”». Pero Él decía esto del Espíritu, que los que habían creído en Él habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado. Este sentido es lo que profetas como Ezequiel habían profetizado también: Pondré dentro de ustedes Mi espíritu y haré que anden en Mis estatutos, y que cumplan cuidadosamente Mis ordenanzas. (Eze 36:27) Hay una diferencia importante entre el Espíritu Santo viniendo sobre personas para capacitar para obras o, en este caso, para señalar Su aprobación de la persona para salvación. El hecho de que el Espíritu descendió sobre ellos antes de su bautismo en agua no señala necesariamente que ya fueron salvos ni que Él había comenzado a morar en ellos en este sentido nuevo en el Nuevo Pacto en Jesús.
Una cosa importante aquí para claridad es que Pedro nota que lo que ocurrió con Cornelio no fue normal, sino como ocurrió con los Apóstoles “en el principio» (Hechos 11:15) Tenemos que entender eso como el día de Pentecostés, el principio de la Iglesia. El Espíritu Santo vino sobre los Apóstoles no para salvación sino para mostrar por medio de milagros y señales (como el hablar en lenguas) que su mensaje nuevo es de Dios – su mensaje nuevo siendo la salvación por medio de Jesucristo. Este mensaje incluye (como fue el caso en Pentecostés) bautismo como el momento de recibir perdón de pecados y el don del Espíritu Santo. El don del Espíritu Santo no es igual a la presencia del Espíritu Santo para obrar milagros (como en la frase “vino sobre”). Así que, aunque Cornelio tenía el Espíritu antes de ser bautizado, fue para mostrar la verdad de un mensaje de Dios (que Él estaba aceptando a gentiles), no para mostrar que él ya había sido salvo.
Lucas ya ha contado lo que es la función del bautismo por la oferta hecha por boca de Pedro en Pentecostés en Hechos 2:38, notando que la misma promesa (y por lógica las mismas condiciones) sería para “tantos como el Señor nuestro Dios llame” (Hechos 2:39) Es la misma creencia acerca del bautismo que Pedro expresa también en su carta. La evidencia bíblica del rol del bautismo en la salvación es tanta que no podemos negarla por causa de un caso a lo mejor ambiguo sin un estudio, pero realmente bien explicable también. Estudiamos fielmente este texto y debemos hacer referencias cruzadas, viendo lo que la Biblia dice acerca del bautismo en otros lugares. Podemos interpretar este pasaje a la luz de las enseñanzas claras acerca del bautismo en Juan 3:5; Hechos 2:38; Hechos 22:16; Rom 6:1-4; Gal 3:27; Tito 3:5; 1 Ped 3:21, etc. Esto sigue los principios hermenéuticos de “interpretar pasajes narrativos a través de pasajes didácticos” y de “interpretar pasajes menos claros por medio de pasajes más claros.”
Entonces podemos concluir que el Espíritu Santo vino sobre ellos antes de ser salvos para mostrar a ellos y a los otros cristianos que estaba aceptando gentiles. Cornelio, incluso en este caso excepcional, recibió la salvación y el don del Espíritu Santo cuando fue bautizado, como todos los demás.
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